Como dice la popular frase, “las desgracias nunca vienen solas”, y si ya es fatídica la confluencia de circunstancias (evitables o no) que se dieron en las provincias de Albacete y principalmente Valencia el pasado día 29 de octubre de 2024, los resultados de estas pueden traer más problemas si cabe a la destrucción, desesperación y muerte que la Dana está generando: las consecuencias microbiológicas, enfermedades bacterianas y víricas.
Sin ningún ánimo de caer en lo que sería un deplorable sensacionalismo, vamos a exponer cuales serían las enfermedades que se podrían desarrollar en una situación como la que se está dando en estas zonas del levante español.
1. Contaminación del agua
Las inundaciones pueden causar la mezcla de aguas residuales con fuentes de agua potable, lo que aumenta el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua. Entre las principales preocupaciones se encuentran:
- Gastroenteritis: Causada por bacterias como Escherichia coli, Salmonella o Shigella, así como por virus como el norovirus y rotavirus. Los síntomas incluyen diarrea, vómitos, y dolor abdominal.
- Hepatitis A: Un virus que se transmite a través del agua contaminada y causa inflamación del hígado. Los síntomas incluyen fiebre, fatiga, náuseas, e ictericia.
- Leptospirosis: Una enfermedad bacteriana que se transmite a través del contacto con agua contaminada por la orina de animales infectados. Los síntomas pueden variar desde fiebre y dolor muscular hasta insuficiencia renal y hepática.
2. Proliferación de mosquitos
Los días posteriores a la Dana salió el sol y por tanto aumentaron algo las temperaturas. Estos días la zona afectada está alcanzando valores de entre 20 y 24º, por lo que los insectos estarán muy presentes. Las aguas estancadas son un caldo de cultivo ideal para los mosquitos, y aunque pueda sonar raro, en España se transmiten enfermedades como estas:
- Dengue: Transmitido por el mosquito Aedes aegypti, el dengue puede causar fiebre alta, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, y dolor muscular y articular.
- Chikungunya: También transmitido por Aedes aegypti, esta enfermedad causa fiebre y dolor articular severo.
- Virus del Nilo Occidental: Transmitido por mosquitos del género Culex, puede causar fiebre, dolor de cabeza, y en casos graves, inflamación del cerebro o la médula espinal.
- Zika: Fiebre baja, erupción cutánea, conjuntivitis, dolor muscular y articular. En casos más graves, puede causar complicaciones neurológicas.
- Fiebre amarilla: Enfermedad grave que puede causar hemorragias internas y daño a órganos vitales.
3. Intoxicaciones alimentarias
Las inundaciones pueden afectar la cadena de suministro de alimentos, llevando a la contaminación de los mismos:
- Listeriosis: Causada por la bacteria Listeria monocytogenes, puede contaminar productos lácteos, carnes y vegetales. Los síntomas incluyen fiebre, dolores musculares, y en casos graves, meningitis.
- Botulismo: Una intoxicación grave causada por la toxina producida por Clostridium botulinum. Puede ocurrir en alimentos enlatados o conservados de manera inadecuada. Los síntomas incluyen debilidad muscular, visión borrosa, y dificultad para respirar.
- Salmonelosis: Causada por bacterias del género Salmonella, puede contaminar huevos, carnes y productos lácteos. Los síntomas incluyen diarrea, fiebre, y calambres abdominales.
4. Enfermedades respiratorias
Las inundaciones pueden aumentar la humedad y promover el crecimiento de moho por todas partes, lo que puede causar problemas respiratorios:
- Aspergilosis: Una infección causada por el moho Aspergillus, que puede afectar a personas con sistemas inmunitarios debilitados. Los síntomas incluyen tos, fiebre, y dificultad para respirar.
- Legionelosis: Causada por la bacteria Legionella pneumophila, que puede proliferar en sistemas de agua estancada. Los síntomas incluyen fiebre alta, tos, y neumonía.
5. Medidas preventivas
Pueden sonar obvias, pero de su aplicación depende la salud de miles de personas en estos momentos. Son fundamentales:
– Consumir y utilizar únicamente agua potable. Para tarreas de limpieza se puede usar agua tratada.
– Intentar eliminar lo antes posible todos los estancamientos de agua para evitar la proliferación de insectos.
– Aplicar todos los procedimientos y prácticas correctas de higiene de los alimentos para evitar intoxicaciones alimentarias.
– Intentar mantener una higiene personal lo más estricta posible dentro de las posibilidades. Además deben utilizarse canalizaciones y ubicaciones adecuadas para las necesidades fisiológicas de la gran cantidad de gente que está allí trabajando 24 horas diarias.
A parte de todo ello, lo principal ahora mismo es tener medios para evitar todavía más desgracias, así que los responsables últimos tanto políticos como civiles deberán (o deberían) no escatimar en materiales, personal y provisiones de todo tipo para que la desgracia se termine lo antes posible.
Y para finalizar, y como no podía ser de otra manera, desde estas líneas, el equipo de Quimicral quiere mandar todo su apoyo a los familiares y amigos de las víctimas, a todos los afectados, y a todos los voluntarios que se están dejando la vida para ayudar a gente que no conocen pero que les une algo muy importante: la empatía y la solidaridad.
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